Esta figurita de mármol blanco es la pieza más antigua de la colección y constituye un ejemplo muy bien conservado de la llamada civilización cicládica que floreció en el archipiélago de las Islas Cícladas de Grecia entre el III y el II milenio a.n.e. El rostro y el cuerpo de esta figura femenina desnuda reflejan de forma esquemática y sencilla un dominio en el trabajo pétreo característico del período. Como rasgo interesante que rompe con la simetría de ejemplos más elaborados, nuestra figurita ladea la cabeza. Conocidas en el mundo arqueológico como ídolos, estos exponentes no solamente expresan el arte de los primitivos habitantes de estas islas sino también el vínculo de los artistas con otras civilizaciones del Egeo, pues un número significativo de ellas ha sido encontrado en Creta. Como usualmente han sido halladas en tumbas, algunos especialistas han creído ver en ellas representaciones de la Gran Diosa Madre o alguna otra divinidad que protegía a los muertos en su viaje al más allá. No han faltado las comparaciones con los Ushebtis y también se les ha atribuido una función mágica apotropaica.